¡Es la mejor manera de empezar el día! Despertarte temprano te ayuda a ser más productivo y a sentirte menos estresado, así puedes organizar tu día con calma y antelación. No hay nada peor que levantarse de un susto con la alarma.
Truco: Escoge una alarma con un sonido agradable.
Para poder levantarte relajado, es bastante importante que tengas un tiempo para respirar tranquilamente, meditar y estirar. Con lo poco que te dediques por la mañana podrás llenarte de energía y enfrentar mejor cualquier tipo de situación que te aparezca.
Truco: Dedica 1 minuto a hacer 7 respiraciones contando hasta 5 para inspirar y 6 para expirar.
Ejercitar tu cuerpo en la mañana mejora el flujo sanguíneo del cerebro, incrementando así tu productividad y desempeño a lo largo del día. Aunque sean 15 o 30 minutos intenta hacer algo de ejercicio, la idea es moverse y ¡decir adiós a la pereza desde bien temprano!
De esto todos sabemos, pero... nos lo saltamos cuando vamos con las prisas. Hay que darle el debido tiempo en nuestra rutina porque es necesario cuidar nuestro bienestar empezando por la nutrición.
Tomar demasiadas decisiones estresantes en la mañana puede drenar tu energía. Busca la forma de automatizar algunas decisiones, como elegir tu ropa, dejar lista la mochila del gym o la comida el día anterior.
Truco: Nosotros vamos más allá, y te recomendamos saltar la ojeada matinal a las redes sociales y dejarla para otra hora del día.
Elige pocas prioridades para tu día y verás que puedes ser más productivo. Puedes empezar con preguntas como: ¿Qué quiero hacer hoy? ¿Cómo me quiero sentir hoy? ¿Qué me gustaría evitar hoy?
Truco: Apuntalas si hace falta.
La actitud juega un papel importante en nuestro día. Decidir que ¡sí! vamos a tener un buen día es la clave para empezar bien la mañana. Pueden surgir imprevistos, pero no puedes controlarlo todo.
No eres las situaciones que te suceden, eres lo que decides hacer con ellas, ya lo decía Sartre.
Y tú, ¿cómo vas empezar el día de mañana?