El chocolate no es simplemente bueno para comer, también es muy bueno para tu piel.
Theobroma cacao, se traduce como "alimento de los dioses" -¡Con lo que estamos totalmente de acuerdo!-. El cacao es una planta originaria del Amazonas, existiendo en el mundo desde millares de años.
Lo admitimos, ¡somos adictos! El chocolate se derrite maravillosamente en la boca y también en la piel.
Cada vez más los estudios apuntan a los beneficios del chocolate, como el estudio publicado en el International Journal of Pharmaceutics, donde se indica que los omega-3 tópicos pueden reducir la sensibilidad a los rayos UV (signos del fotoenvejecimiento) en las células de la piel ¨1¨. Las investigaciones sugieren que existe la posibilidad de que los productos para el cuidado de la piel, ricos en ácidos grasos omega-3 u omega-6, realmente mejoren su aspecto ¨2¨.
El cacao es el ingrediente por excelencia en todos los productos de chocolate, una fuente alimenticia muy compleja con propiedades nutricionales, minerales, antioxidantes y compuestos vasoactivos.
Hipócrates, el famoso médico griego, considerado el padre de la medicina sugirió:
La noción de que el chocolate puede servir, literalmente, como "medicina" ya ha sido adoptada en la literatura ¨3¨.
El aceite natural derivado de la semilla de cacao, también conocido como manteca de cacao, contiene ácidos grasos omega-3, perfectos para una dosis saludable de rejuvenecimiento calmante de la piel, además de los efectos antioxidantes¨2¨. Existe una gran cantidad de evidencias que apuntan al consumo rutinario de chocolate amargo como un beneficio para la salud.
La idea de que el chocolate causa acné no es más que un mito. Aunque no causa acné, el chocolate está lleno de ingredientes ricos en calorías y grasas. Estos días, se está prestando más atención al vínculo entre la dieta y el desarrollo del acné.
El acné es un problema complejo de la piel y los brotes pueden aparecer y desaparecer sin una causa específica. Pero hay fuertes evidencias que asocian esta condición a una dieta de estilo occidental rica en calorías, grasas y carbohidratos refinados.
El fast food - hamburguesas, pollo frito, perros calientes, papas fritas, refrescos etc, pueden aumentar el riesgo de acné. El alto contenido de azúcar y grasas pueden acentuar la producción de sebo, un factor determinante detrás de las causas del acné.
La comida no es la culpable más probable de tu acné. Las verdaderas causas del acné son la acumulación de células muertas en la piel dentro del poro, el exceso de aceite producido por la piel (sebo) junto con la proliferación de bacterias.
Las hormonas también juegan un papel importante en el desarrollo del acné. Es por eso que el acné es tan común durante la pubertad y para las mujeres en la época de la regla, así como comer más chocolate durante este período que acaba por coincidir con el brote. La predisposición al acné también es hereditaria. Entonces, si sus padres tenían acné, probablemente tu también lo tendrás.
En Per Purr tenemos el Jabón Fresh, que lleva una gran cantidad de manteca de cacao en su composición, mezclado con hojas de menta manualmente cortadas y aceites esenciales de menta piperita, hierba limón y albahaca, ideal para todos los tipos de piel.
Fuentes:
¨1¨ https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15979259/
¨2¨ https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4696435/
¨3¨. Franco OH. Bonneux L. de Laet C. Peeters A. Steyerberg EW. Mackenbach JP. The Polymeal: a more natural, safer, and probably tastier (than the Polypill) strategy to reduce cardiovascular disease by more than 75% BMJ. 2004;329:1447–1450. [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
Los polifenoles, antioxidantes del té verde, ayudan a reducir la inflamación y a proteger las células de los daños de los radicales libres, uno de los principales contribuyentes al envejecimiento prematuro de la piel y del acné - por esto es, a día de hoy - considerado un ‘super food’.
Los antioxidantes no solo protegen la piel contra el envejecimiento, sino que también bloquean los receptores de andrógenos de la piel reduciendo y ayudando a controlar el acné hormonal.
Tener el té verde dentro de tu rutina alimentaria ayuda a proteger la piel de los rayos UV. Según un estudio, beber dos tazas de té verde al día ayuda en la "protección contra la inflamación de las quemaduras solares y el daño mediado por UV potencialmente a más largo plazo". Pero el té verde no solo mantiene la piel sana desde dentro hacia fuera. (Por cierto, ¡no te olvides la crema solar!)
El té verde también es un poderoso ingrediente tópico para el cuidado de la piel. Al igual que beberlo combate los radicales libres y los daños externos desde el interior, aplicarlo directamente sobre la piel tiene un muy buen efecto pues es rico en vitaminas B2 y E, que mantienen la piel sana y mejoran la producción de colágeno.
También es potente combatiendo las imperfecciones y manteniendo la piel limpia cuando se aplica directamente. Lo que hace es evitar que el sebo de la piel o los aceites naturales se oxiden, un proceso que obstruye los poros y que es la causa principal del acné. Además, el té verde también tiene propiedades antibacterianas específicas que ayudan a mantener suavemente bajo control las bacterias que causan el acné.
Un jabón ligeramente exfoliante, debido al polvo de té verde que contiene, además de antioxidante, astringente y tonificante. Al mismo tiempo que limpia, proporciona una sensación de “no tirantez” en la piel por su combinación única de aceite de oliva virgen extra y manteca de mango.
Spray facial: una infusión de té verde en agua mineral a temperatura ambiente durante algunas horas es una excelente opción cuando se trata de refrescar la piel.
Esta infusión puede reemplazar el agua termal. Es rica en antioxidantes e ilumina la piel. El cielo es el límite, puedes cambiar el té verde por romero fresco, por ejemplo.
Para reducir la hinchazón alrededor de los ojos: hay días en los que el cansancio y las noches de insomnio están estampados en nuestra cara. Dejar dos bolsas de té verde o manzanilla en agua fría durante unos minutos. Luego, coloca una en cada ojo y descansa durante unos 20 minutos. La infusión fría hace que se deshinchen los ojos, mientras que el té verde da un “boost” de antioxidantes en el área de los ojos. Si tienes la piel y los ojos sensibles puedes tirar de una infusión de manzanilla.
Mascarilla facial: se ha demostrado científicamente que el té Matcha (que es el té verde) ayuda a prevenir la caída de la producción de colágeno y elastina. Simplemente mezcla con un poco de agua, haz una pasta y aplica sobre la piel limpia. Deja actuar durante 15 minutos y enjuaga con movimientos circulares con las manos. Esto también asegura una exfoliación suave y mejora la circulación sanguínea periférica de la cara.
Para aumentar el brillo del cabello: los pigmentos del té negro enfatizan naturalmente el brillo del cabello oscuro al igual que la infusión de manzanilla resalta ligeramente el cabello claro. Después de lavar, acondicionar y aclarar, dá un último toque a tu cabello con té (negro o infusión de manzanilla) y envuélvelo en una toalla tibia durante media hora. Luego, aclara nuevamente y deja que se seque como de costumbre. Si tienes el cuero graso, la infusión de té verde ayuda a equilibrarlo.
Tónico facial: para obtener un tónico simple, prepara una infusión (manzanilla, caléndula, verde o blanco), déjalo enfriar en el refrigerador y aplícalo con una almohadilla de algodón en la cara. Incluso puedes agregar un poco de miel (muy poco) para darle un impulso al tónico.
Exfoliante corporal: prepara una taza de té verde y espera a que se enfríe. Agrega 1 parte de té a 3 partes de azúcar (¡si es azúcar de caña integral mejor!). Puedes agregar miel y limón a la mezcla. Úsalo después del baño con la piel aún húmeda y enjuágate después.
Limpiador facial: agrega un poco de té verde molido (puede estar en una licuadora) a tu limpiador diario. Déjelo en el rostro durante un par de minutos.. Esto suaviza las células muertas y luego, lenta y suavemente, frota la piel y aclara. ¡Voilá, piel limpia, radiante y nutrida de antioxidantes!