Este fruto crece principalmente en países africanos como Costa de Marfil, Malí y Sudán. Su tan adorada manteca se extrae de la nuez ya seca del karité.
Su árbol es considerado sagrado y sólo se usan las frutas que han caído al suelo. Estos frutos se pueden recoger sólo por mujeres de acuerdo a las tradiciones locales.
¡Ahora a lo que interesa! Su aplicación en la piel.
Esta manteca es un potente regenerador celular y contiene vitamina F, que, aunque no es una vitamina como tal, es el nombre que tienen los ácidos grasos insaturados: ácidos grasos omega 3 y omega 6, que son muy importantes para el funcionamiento del cuerpo y el mantenimiento de la piel.
El cuerpo no puede fabricar estos ácidos grasos, por lo que deben ser ingeridos en la dieta y aplicados en forma de cosméticos. Una vez en contacto con la piel, estos ácidos grasos pasan a formar parte de la membrana celular como elementos estructurales.
La falta de estos ácidos grasos se puede manifestar con sequedad y descamación de la piel, las uñas y el cabello. Se puede reparar usando manteca de karité, que proporciona hidratación extrema, nutrición y elasticidad.
También protege de las agresiones externas como el viento, el sol, el agua fría del mar o la piscina (cloro). Es una barrera contra los rayos UVA y UVB formando una especie de escudo natural en la piel, siendo un gran aliado tanto en los meses de verano intenso como en los meses de invierno y el clima seco.
Si se aplica después de la exposición al sol hace que el bronceado dure más tiempo. Y, ¿quién no quiere un bronceado duradero?
También previene y mejora la dermatitis en adultos, niños y bebés. Es el tratamiento preventivo ideal para las estrías. También ayuda a disminuir los signos de envejecimiento de la piel, dejando la piel siempre suave, incluso en zonas difíciles, como los codos, las rodillas y los tobillos.
Se puede utilizar después de la depilación con la maquinilla o con cera, ya que calma la piel debido a sus propiedades anti-inflamatorias y curativas.
También se puede aplicar pura haciendo un masaje sobre las uñas para mantenerlas hidratadas y fuertes, además en los labios para prevenir y curar la sequedad.
Se usa pura e hidrata la piel en profundidad, pero sólo la piel muy seca puede absorberse por completo. En la piel normal lo ideal es usar productos que la contengan en su fórmula.
Recupera el brillo del cabello, la suavidad y la flexibilidad del cabello, ya esté dañado por tintes o productos químicos, además sirve como un escudo térmico. Se debe utilizar puro y en muy poca cantidad en los cabellos en el lugar de las siliconas minerales.
Para hacer una fórmula de hidratación intensa es simple: aplica en las puntas dando masajes al cabello antes de lavarlo. Envuélvelo en una toalla húmeda y caliente durante media hora y luego lávalo como de costumbre (para asegurarte que los cabellos están limpios, lávalo 2 veces seguidas). Esta hidratación puede hacerse una vez a la semana.
Otra opción es añadir un poco de manteca de karité en la crema hidratante corporal o en la mascarilla para el pelo. Para ello, debe estar en estado líquido.
Advertencia: no se debe fundir en el microondas ya que la temperatura se eleva demasiado y la mantequilla pierde sus propiedades. Siempre derretir a fuego lento sin que llegue a hervir.
Aunque lo ideal es utilizar la mantequilla pura para obtener el 100% de los resultados deseados, el mercado ofrece numerosos cosméticos que tienen esta materia prima como base.
No confíes sólo en el packaging del producto, aunque diga 100% Manteca de karité sino que mirar su listado de ingredientes para asegurarte de que no contiene un bajo porcentaje en la fórmula.
¡Dato importante! Los 6 primeros ingredientes son normalmente los que están presentes, en mayor cantidad. La nomenclatura que debes buscar es “Butyrospermum parkii”.
Per Purr tiene algunos jabones que llevan esta preciosidad en su composición como: Jabón Calm, Jabón Antiox, Jabón Awake y el Jabón Silky. Todos ellos limpian sin secar la piel y tienen una espuma muy abundante, el resultado es una piel hidratada y perfumada.