El SLS se ha usado como ingrediente desde 1930. Comúnmente utilizado como agente de limpieza en productos de desinfección doméstica, detergentes para la ropa o, lavavajillas. Así como en champús, jabones corporales y pastas dentales.
Hoy el lauril sulfato de sodio está muy mal visto por razones infundadas. Se ha creado una narrativa donde el SLS es una amenaza para la salud humana, diciendo que puede causar cáncer, pérdida de cabello, disfunción de los sistemas biológicos, etc. Estas afirmaciones no están respaldadas científicamente y deben considerarse falsas y falaciosas.
Resulta que el SLS es un surfactante económico muy bueno y posee una alta capacidad limpiadora, además de crear abundante espuma. Pero no es la mejor opción para todos. Por su fuerte acción astringente tiene un efecto más abrasivo, lo que puede causar irritación en algunas personas. Hoy existen surfactantes de nueva generación, más suaves y con excelente capacidad limpiadora.
La tecnología biológica desarrollada permite que estos nuevos agentes limpiantes, vegetales naturales (surfactantes), cumplan su función con delicadeza. Esta tecnología también posibilita que sean biodegradables, con todos sus componentes derivados de recursos naturales renovables y sostenibles (provenientes de plantas).
Dicen que: “Sin espuma también se limpia”.
Es verdad. Pero en Per Purr nos encanta la espuma y no queremos prescindir de ella. La espuma es parte fundamental de una ducha placentera, ayudando a lograr un aspecto suave, sedoso y natural.
Los champús sin SLS son famosos por no expandirse ni crear espuma. En Per Pur utilizamos Surfactantes (detergentes) sin sulfatos, extremadamente suaves y que proporcionan una limpieza profunda y duradera, además de hacer una espuma densa y abundante.
La higiene del cabello es un paso muy importante para tu belleza y salud. Aunque lavarse el cabello es una tarea sencilla que muchos lo hacen a diario, a veces algunos hábitos pueden ser dañinos sin que lo notes.
Conocer tu cabello es esencial para entender sus necesidades. En el caso de las enfermedades del cuero cabelludo, es importante consultar a un dermatólogo para que te pueda recomendar algo específico.
La temperatura del agua, la cantidad de champú y acondicionador, o la forma en que se elimina el exceso de agua después de la limpieza, pueden tener una influencia positiva o negativa en la apariencia y la salud del cabello.
La frecuencia con la que te lavas el cabello también puede influir. Las diferentes texturas de hilo influyen directamente en la cantidad de veces que debe ser lavado. Para algunos tipos, como los rizados o los grasientos, por ejemplo, no es recomendable lavarlos con tanta frecuencia.
Compartimos algunos consejos y técnicas de cómo lavar el cabello de manera eficaz, paso a paso, para que aproveches todos los nutrientes de los productos que utilizas:
Muy importante también en el proceso de cuidado del pelo es la hidratación, la nutrición y la reconstrucción. Por eso, aplicar una mascarilla capilar hidratante, al menos una vez a la semana, o también el famoso aceite de coco, suele ayudar a tener un cabello más sano, brillante y vivo.
Sabemos que no hay una forma universal de lavar el cabello. Es importante probar diferentes formas y productos para saber cuáles funcionan mejor. La necesidad de cada cabello puede ser diferente pero, en general, con este paso a paso y utilizando productos capilares con ingredientes de calidad, como los champús low poo, notarás el resultado.