Tus manos se resecan (más bien se resienten) con los malos tratos causados por el frío. Sumando a este problema estacional, este año hemos aumentado la frecuencia del lavado y el uso de los geles hidroalcohólicos, lo que daña aún más la piel de esta zona.
Si además de sequedad tu piel presenta rojetes u otros signos más graves y molestos, la piel de las manos no necesitará únicamente hidratación, sino que es más conveniente la nutrición que ofrecen los aceites corporales naturales. Destacamos de forma muy concienzuda el hecho de que los aceites corporales sean naturales porque son los que realmente ayudan a recuperar la barrera lipídica de la piel, es decir, reparan los daños ocasionados sobre la piel y reducen el estrés oxidativo.
Sabemos que su absorción no es tan rápida como la de la crema, pero es lo que está necesitando la piel en ese tipo de circunstancias. En concreto podríamos destacar los beneficios de los aceites esenciales de manzanilla, lavanda, y de los aceites vegetales como los de almendras dulces y caléndula. Estos aceite son conocidos por sus efectos calmantes, relajantes, reparadores y antiinflamatorios y son la base de nuestro aceite corporal Relax.
No existe una restricción específica sobre el uso de la crema hidratante. Es bueno que la hidratación sea continua pero también debemos dejar que la piel respire.
En cuanto al uso no podríamos generalizar, ya que eso depende del tipo de piel y las necesidades de cada persona, sin descartar el tipo de crema del que hablamos. En las manos no habría ningún problema en usar una pequeña cantidad en cada lavado, ya que calmamos el efecto erosionante del uso continuado del jabón y del alcohol gel. La manteca de Karité, presente en nuestra Crema Hidratante Natural, genera suavidad.
Por si acaso no tienes en casa ninguna crema hidratante y te urge nutrir la piel de las manos, igual que con el asunto de las rojeces, el aceite corporal natural es un buen sustitutivo ante la falta de crema. Si tampoco dispones de aceite corporal se pueden buscar alternativas en algunos de los productos que tenemos a diario en nuestras cocinas, como por ejemplo el aceite de coco virgen o el de oliva. Una capa de yogur natural entero durante 30 minutos también puede ayudar.
Al automasajear suavemente las palmas de las manos con la ayuda del pulgar de la mano opuesta y estirar nuestros dedos aliviamos la posible tensión generada a lo largo del día, además de favorecer una correcta circulación. Debemos recordar que las manos son una de las partes de nuestro cuerpo que más usamos a lo largo del día y, sin embargo, a veces nos olvidamos de la importancia que tiene su cuidado.
Por otro lado, la hidratación de las manos antes de ir a dormir es muy importante porque, al igual que hacemos con los rituales faciales nocturnos, nos estamos asegurando de que al dormir nuestra piel no va a estar expuesta a otros agentes externos presentes durante el día, como la polución, la calefacción o el aire acondicionado, y la hidratación será más efectiva. No hay olvidarse de masajear también las cutículas, pues las cutículas hidratadas previenen la entrada de hongos y bacterias.
Por supuesto, lo mejor es evitar la exposición directa de nuestra piel y nuestras manos ante productos más agresivos como los detergentes de limpieza industrial o de características similares.
Luego, como cuidados extras que podemos dar a nuestras manos, hay que tener presente la exfoliación, aunque en nuestro exfoliante de sales Per Purr utilicemos aceites de almendras dulces y de verbena exótica, la exfoliación siempre debe ser controlada y no debe realizarse si nuestra piel sufre algún tipo de irritación.
En este punto nos gustaría recalcar el baño de sales para las manos. Al igual que el masaje es favorecedor en nuestras manos, el remojo en agua tibia con sales y aceites esenciales viene muy bien para relajar los músculos de nuestras manos. En el caso de nuestros productos , si además te gustan los olores frescos te recomendaría, sin ninguna duda, nuestras sales Floral-Cure.